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Hoy desfallecía, pero el aire me levantó
- Author: Pamiparras
- Date: 20 de mayo de 2009
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Cuando se ha vivido en grandes urbes y sobre todo en la más grande es imposible dejar pasar los contrastes y las diferencias... Sobre todo en cuanto a la calidad de vida y los hábitos.
Pachuca es tan pequeña que hoy abordé el mismo taxi dos veces! La primera vez, al mediodía, fue al salir del banco en dirección al mercado. La segunda, en la tarde-noche, fue al salir del centro comercial rumbo a mi casa.
El conductor ni se dio cuenta y yo tampoco lo habría hecho de no ser por lo fijada que soy en la gente y reconocer su playera roja vieja y con dos hoyos en lamanga derecha, la única que podía ver desde mi asiento trasero; y la segunda cosa que me confirmó la segunda vuelta el sonido de un televisor encendido ubicado en el asiento delantero. Nunca lo vi, pero podría decir qué programa veía-escuchaba al mediodía y cuál por la tardenoche.
Yo que casi no soy parlanchina se lo comenté y él me miró con cara de "obvio no", pero cuando le recordé mi itinerario del mediodía no le quedó otra que aceptar y su expresión fue de "qué fijadita"...
Con buen humor y un poco de culpita me di cuenta como eso de ser urbanos nos define en todo. Finalmente hoy pude llevar a M al parque. Yo una mamá vanguardistadidácticaopenmaindtotalmente urbana, quise estrenar al BB en un súper parque con juegos tipo la condesa del DF, pero altos y nuevos!!!
Fracasé en el segundo intento. El parque sí estaba abierto, pero los juegos NO. Había unos trabajadores arreglando las lonas que los protegen y que algún día protegerán a M -porque por supuesto no me piendo dar por vencida- entonces sólo nos quedaba un cuadra completa de pasto y arbolitos y al fondo unos juegos más bien rústicos totalmente de madera, cuerdas, columpios hechos con llantas y eso sí, unas monas resbaladillas.
Con ternura me di cuenta de que mi hijo no sabe como funcionan las escaleras de madera, no tiene idea de cómo se usan las cuerdas para escalar y vaya! ni siquiera se atrevió a agarralar, porque sus tersas y suaves manitas JAMÁS han tocado algo tan raspozo y áspero como eso. jajajajajaja. Hasta el suelo de esas piedritas rojas le pareció la gran novedad, aunque le parecía que estorbaban: claro! las piedras siempre se quitan del camino cuando te las topas en tu depa de la capital!
En fin que los juegos me dejaron agotada. Sí. A mi. Porque al final yo tuve que subir con el bodoque de 13 kilos por unas escaleritas de tubo y cables, aventarme con él en su primer resbaladilla tipo tobogán de balneario y encima tomarle fotos!
Hoy el aire no me despeinó. pero recordé que esto de ser mamá puede resultar más rudo que los vientos huracanados de esta grata ciudad!!!
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