Confesiones de una novata

La idea original de este espacio era y sigue siendo el de un ejercicio diario sobre las vicisitudes de ejercer la maternidad, pero resultó ser que la maternidad es un a labor intensa y absorvente que sumanda a las labores domésticas no dejan tiempo ni para tener ganas de comer.

Mi educación marxistavanguardista y de escuela activa me llenó de prejuicios y de ideas preconcebidas respecto al tema de la maternidad y el trabajo doméstico. Y así creciendo entre trostkistas y ultraradicales de izquierda me compré el cuento de que ser amá de casa, con todo e hijos, era algo así como un nivel abajo de mostradora de perfumes en liverpool. Que no se necesitaba criterio, intrucción académica, mucho menos conocimentos matemáticos y para nada algo así como sentido común.

Cuán equivocada estuve tanto tiempo. Tener una casa bajo control, limpia y ordenada, alimentar a la banda que vive bajo el mismo techo, críar a los chamacos requiere de capacidades de muy alto nivel y de harto entrenamiento.

Lo sé hoy porque a eso me dedico básicamente. Por razones que no voy a explicar en este espacio, la persona que trabajaba en mi casa se fue y sí todo se derrumbó.

Se derrumbó porque a partir de entonces, como dos semanas, tengo que ocuparme de absolutamente todo, de lo general a lo particular, de lo obvio hasta los detalles, aparentemene, insignificantes.

Me explico, tengo que hacer de comer, pero esa labor como en el periodismo y muchas más, conlleva preproducción, producción y postproducción.

Así pues una tiene primero que pensar qué carajos hará de comer, al menos el día que corresponde y unos más, luego con lista en mano ir al súper (suena obvio pero no lo es), luego llegar y acomodar el súper en el refir, la alacena, etc. Entonces sí se comienza a picar, rayar, moler, freir, pelar, hornear y lo que se necesite. Una vez terminado llegaran los comensales y habrá que preparar la mesa, comer y aquí viene la postproducción, lavar las ollas, los sartenes, los platos, vasos, cubiertos. Después y para dejar una cocina de comercial habrá también que lavar la estufa, barrer, trapear y acomodar todos los trastez en su lugar.

Lo anterior sólo fue hacer la comida, ahora hay que sumar, lavar la ropa que en mi caso pues es meter la ropa a la lavadora y luego a la secadora, pero hasta eso lo daba yo por hecho, y eso también lleva pre, producción y post. Veamos, primero separar la ropa, pantalones, camisas y blusas, calzones, calcetines y brasieres; por otro lado la ropa del bb y por otro las toallas y la ropa de cama. La producción incluye sacar la ropa de la lavadora y meterla a la secadora, obvio verdad?, pues no para mi que los primeros días la ropa mojada se quedaba días en la lavadora. Una vez limpia y seca la ropa hay que sacarla, doblarla, plancharla y acomodarla en sus respectivos espacios.

Cada caso o actividad es más o menos lo mismo. Entonces lo que quiero ilustrar es que para tener una casa limpia y ordenada hay que planear, administrar, tener estrategias y por supuesto método!!!!!!!!!!

Eso sin contar que pues hay que jugar con el nene, ayudarlo a la siesta, bañarlo, vestirlo, cambiarle el pañal, darle de cenar y dormirlo.

Y por supuesto como dictan los tiempos de la liberaación femenina, además de todo hay que buscarse tiempo para leer las noticias y estar al día de los chismes de farandula y política que casi son lo mismo. REvisar el mail y boyerear en el feizbuk, de vez en vez conectarse al messenger. Regatearle tiempo al sueño para estar un poco chula, cuando las condiciones lo permitan ir al "salón" un manicure y pedicure levantan a la más muerta de ánimo, sobre todo.

Contestar el teléfono con una sonrisa y escribir tu blog con la culpa de que ese tiempo bien pudiste usarlo para lavar un escusado, tender la cama, barrer el patio o cambiar las toallas para manos.

En medio de todo eso hay también que ser feliz y no pensar que afuera las cosas mejores, porque saben una cosa? No lo son.