• Esto me huele mal...


Ir al baño es que una actividad que como adultos hacemos casi de manera automática y muchas veces al día, digo sin entrar en detalles. Pero no siempre fue así y hasta que una es mamá, sabe lo que eso significa.

La verdad es que aunque no me he echado toda la bibliografía apropiada para ser una "buena madre" o estar al día con la pedagogía, siento que hasta ahora salgo tablas con los momentos importantes del nene.

Cuando comenzó a comer, cuando aprendió a caminar, cuando fue a la escuela por primera vez, cuand aprendió a hablar. Pues además todas estas cosas son pasos hacia su independencia.

Pero yo confieso que eso del control de esfínteres me pone nerviosa y mucho. Hoy hicimos el ritual de ir juntos a compara un escusado chiquito, él lo escogió. Lo abrimos juntos, le dije que ese baño chiquito era sólo para él y nadie más. Se emocionó, se quiso sentar. Quiso que yo me sentará en el grande. En las tres horas que tiene el baño chiquito en casa ha ido dos veces, pero nada ha salido, NADA.

Y he aquí la disyuntiva, lo hacemos de golpe y desaparecen los pañales o lo hacemos poco a poco. Lo primero implica, prácticamente un arraigo domiciliario como una semana, más o menos. Lo segundo no sé exactamente cuánto tiempo implique.

Había olvidado lo duro que es el camino a la independencia. Tengo una semana, antes de volver a clases.

UFFFFFFFF

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