• "Hoy tengo que decirte papá"


Durante muchos años de mi vida, pensé que nunca tendría hijos, no sólo lo pensé, era parte de mi proyecto de vida no tener hijos, iba a ser muy complicado ser una ciudadana del mundo con un bebe que cuidar y pero sobre todo qué críar.

Desde muy chica así lo decidí. Pasaron muchos años, también pasaron varios hombres y ninguno por más enomaramiento que me provocara despertó ese instinto maternal en mi. Más de uno lo soñó, otro lo pensó y sólo uno se animó a pedirlo con todas sus letras. La respuesta fue siempre la misma: "no quiero tener hijos".

Y un día en el lugar menos pensado, sucedió así: me miró, lo miré y al cabo de una semana cruzamos palabra, otra semana después salimos por primera vez y ahí el instinto me asaltó sin decir agua va.

No fue algo pensado ni reflexionado, no. Más bien fue algo muy animal de una hembra con necesidad de reproducirme con ese macho.

Dos años después nació M. Cuando vi las dos rayitas en la prueba de embarazo no lo creía, pensaba que en cualquier momento una se borraría. Yo necesitaba que me lo confirmaran, así llegamos al primer ultrasonido. Yo he visto muchos en mi vida, pero G, creo que nunca. Apenas apareció la imagen en la pantalla y lo vi. Era un bolita blanca, como una perla dentro de la concha.

Hasta entonces G tomaba mi mano con emoción, solidaridad y todas las espectativas a cuestas de qué era lo que iba a ver. El doctor sólo dijo, "vamos a escuchar" y entonces sonó con toda la potencia y constancia el rítmo cardiaco de M. Desde entonces sé que el corazón de G latió de una manera distinta.

Yo solté un par de lágrimas acompañadas de una risita nerviosa, pero G clavó los ojos en la pantallita y apretó tan fuerte mi mano que casi me la rompe. Nunca había visto una cara como esa. El brillo en los ojos verdes de G no era sólo por las lágrimas que correrían más adelante por sus mejillas, sino por la maravillosa sensación de haber creado una vida, por eso que conocemos como,"sangre de su sangre y carne de su carne".

En ese momento, cuando lo miré y sentí toda su emoción en mi mano tuve todas las certezas que una mujer embarazada necesita tener respecto de su pareja.

Hoy M está a punto de cumplir 3 años y ver cómo se le ilumina la cara cuando ve a su papa llegar del trabajo, o la alegría que le provoca meterse a la cama al lado de papá en las mañanas, o cuando dice que es chiquito pero que va a crecer grande, grande y fuerte como su papá, siento una tranquilidad tan grande y por supuesto mucha felicidad y orgullo.

G no es sólo un papá más, es un papá moderno, es un padre que no teme decirle a su hijo que lo ama en público y en privado, es un papá que escucha a su hijo cuando éste le habla, es un papá que se angustia cada que cae enfermo, es un papá que hace promesas y las cumple, una a una, es un papá que besa y abraza a su hijo cuando llega y cuando sale de casa, es un papá que se tira al piso para jugar, que se mete a la casita del jardín cuando M se lo pide, es un papá que le enseña los más sencillos placeres de la vida como regar un jardín o leer un libro.

Aunque M pasa más tiempo conmigo que con su padre, tiene clara y ubicada la autoridad de papá. A su corta edad mi hermoso hijo encuentra en su padre su propia identidad masculina, sabe que él y papá son "iguales" y veo cómo lo disfruta, cómo ese reconocimiento le da certezas y le provee una buena autoestima.

No soy muy partidaria de celebrar ciertas efemérides como el día de la madre, del abuelo, del niño o del padre. Sin embargo, sí quiero hacer un reconocimiento público a mi compañero en la vida y en la educación de nuestro hijo. Socialmente se ha excluído a los hombres de la críanza de los hijos durante años y todos han contribuido a ello, empezando por las propias mujeres hasta los doctores.

Por eso hoy yo reivindico a los padres que son protagonistas en la vida de sus hijos y no sólo satélites que van girando alrededor de ellos, pero a la distancia.

G, felicidades por estos primeros 3 años!!!

3 comentarios:

  1. ¡Qué cosas! Leerte me hizo recordar todas esas emociones de cuando recién conocí al productito. Y reproducir las que me provoca todos los días ese pedacito de nuestro corazón. Y, por si fuera poco, me hio sentirme un mucho menos mal con respecto a mis ausencias y abandonos. Gracias, por tus palabras, por tus ganas y por cuidar tanto de ese pequeñito. Te amo.

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  2. WOW! Sólo porque conozco a G puedo confirmar lo que dices, pero seguro hay quien sigue pensando que esos hombres no existen. Suertodote de M por tener un papá así. Y gracias a ti por el comentario en mi blog, sé que también disfrutas ver crecer a M minuto a minuto. SALUDOS A LA FAMILIA. YA HAY QUE VERNOS.

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  3. Me emociona mucho leerte! Es como si me dejaras leer tu diario íntimo y no me fueras a regañar! Bien por tí y por G, felicidades a M, gracias por compartir!

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