• La familia, la división del trabajo y el Estado


¿Tener o no tener? Ese fue el dilema mucho tiempo, mucho. Después de muchas preguntas, de todas las dudas, finalmente G y yo nos animamos a tener una segunda criatura, dirían mis abuel@s.

Para mi felicidad, esa noticia no tardó en llegar una vez que tomamos la decisión. Sé que soy afortunada y aunque no soy religiosa diría también que he sido bendecida. Era un deseo enorme por varias razones: volver a estar embarazada, volver a tener un bebé y sobre todo que M no creciera sólo en este loco mundo.

Cuándo volvimos a ver esa bolita en la pantalla del ultrasonido del ginecólogo, mi corazón se hizo más grande nuevamente, aunque de una manera muy diferente de cuando supe que M estaba dentro de mi. Por fin un sueño era realidad. En el caso de G también me di cuenta que fue diferente, las lágrimas de sorpresa y emoción que rodaron cuando vio las primeras células de M se convirtieron en un brillo casi como el del Sol y una sonrisa de oreja a oreja.

Esa alegría la compartimos y creo que la contagiamos a familiares y amigos, fue como subirnos a una nube y transitar sobre ella. Con algunas variaciones al embarazo anterior pero los achaques se hicieron más que presentes y yo seguía feliz.

Y todo iba bien hasta hace unos días que así sin tocar la puerta las angustias y dudas me asaltaron. ¿Podré con dos? El mundo está loco y cada vez más parecer ser un infierno ¿cómo los voy a sacar adelante? Y la que me hizo estallara en llanto: mi regreso al mundo laboral se pospondrá más años ¿cómo voy a regresar? ¿cómo volver si estaré totalmente desencanchada? ¿alguien se acordará de mi? ¿Yo me acordaré de cómo hacerlo? ¿ Tendré las mismas habilidades? todo se reducía a ¿alguien querrá contratarme luego de tanto tiempo?

Por supuesto tengo angustias de otro tipo, como financieras, pero el tema laboral es algo que, de hecho, vengo arrastrando desde que M era pequeño y un día decidí dejar un trabajo fijo para ser colaboradora y de ahí a sólo dedicarme a mi hijo. Por supuesto todo esto viene acompañado de cierta culpa: ¿quieres trabajar o tener hijos?

Al menos para mi resulta frustrante como mujer, como periodista, como madre y como mexicana saber que tengo que escoger entre una cosa o la otra.

Confieso que a veces miro con cierta envidia a aquellas que logran compaginar un empleo y el trabajo de la crianza de sus hijos. Confieso que he llegado a sentirme como una sub especie y reprocharme: ¿por qué si ellas pueden, tú no?

Pero también sé que soy una privilegiada por poder quedarme en casa con mi criatura, que es un lujo que muchas quisieran tener, pero las condiciones de este país se los impide.

Y que quede muy claro, no es una tortura estar en mi casa con M, ni me quejo de llevarlo a la clase de gimnasia o de natación, tampoco de las manualidades, ni de llenarle su alberquita en vacaciones ni de leer libros, bailar en la sala de la casa o hacer hot cakes juntos. Lo disfruto tremendamente y verlo crecer minuto a minuto es un placer.

Por eso agradezco infinitamente a la vida y a G tener este privilegio, agradezco a G su paciencia cada que me dan estos ataques supralaborales y reconozco su infinita solidaridad para hacer de nuestra pareja un equipo y una buena división del trabajo en la contrucción de nuestra gran familia.

8 comentarios:

  1. Querida Pam.

    es un gran regalo haber recibido tu artículo y tu blog. Hace poco reflexionaba en el rol de la maternidad, y soy soltera sin hij@s, sin embargo saber de tu experiencia enriquece mis convicciones y si sirve de algo quiero felicitarte porq compartes de una forma accesible y estupenda el rol q posiblemente a mi me toque jugar en algún momento si la fortuna me sonríe como en tu caso.

    Gracias por compartir tan clara y precisa experiencia!
    Más bendiciones para tu gran familia y comunidad vida! A. A.

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  2. No es que otras puedan y nosotras no. Es que eligen el trabajo sobre los hijos y estos son sólo los fines de semana (y eso a veces) o entre semana muy noche (a expensa del sueño de ellos). Algunas no tienen opción o trabajan o no comen. Otras eligen el trabajo primero y pocas elegimos los hijos primero. Somos las privilegiadas que podemos leer, bailar, comer chocolate, tomar largos baños en tina, entender idiomas inventados por los hijos y todo el día son ellos. El trabajo es el mal necesario que da dinero. Volverás al trabajo un día, ser madre siempre.

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  3. Gracias por sus comentarios.
    C espero que esa felicidad llegué a tí, si así lo deseas.

    En efecto Julia la maternidad en la sociedad mexicana y unas otras es complicada por decir lo menos. Y no no me arrepiento, pero no fui educada para esto y además nunca me vi como soy ahora, nunca imaginé ser madre de tiempo completo, al contrario siempre reivindiqué a las madres que se parten en dos, quizás por eso me lo cuestiono tanto. Nunca antes fue mi objetivo principal ni lo más importante en mi vida el ser madre, por el contrario muchas pensé que nunca tendría hijos. Pero la vida cambia y ahora soy feliz con lo que tengo, pero lo otro me molesta porque en este país sí tienes que escoger. En fin. Besos y abrazos!

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  4. Yo me sentí igualito que tu.
    Se puede, es cansado pero sólo eso porque verlos jugar, dormir, gritar, bañarse, que uno corra mientras la otra gatea tras el, son momentos únicos que no me perdería por nada y que, además me enamoran todos los días.
    Un abrazo!
    Ya te sigo :)

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  5. Pami es un lujo volver a leerte, y más aún considerando que regresas con un post tan emotivo como éste de tu nuevo bebé.
    Todas tenemos dudas, todas tenemos miedos, en tu caso cuentas con la bendición de tener una pareja que te apoya y te ama sin condiciones. Tú eres una mujer sumamente inteligente y sensible, combinación perfecta para sacar adelante a tu familia.
    El trabajo, volverás cuando sea el tiempo, tienes la capacidad, sólo necesitas usarla.
    Tus hijos te necesitan hoy y te necesitarán siempre, dándoles las bases de educación, cariño y disciplina que les brindas lograrás hacer de ellos unas personas realizadas, responsables y especialmente felices.
    Un abrazo fuerte y apretado a G, M y a bebé :)

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  6. Isha Y OR Muchas gracias por sus comentarios, me alientan y me ayudan a saber que todas pasamos por esto. Saberse acompañada es algo que no tiene precio. Gracias de nuevo chicas!

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  7. Hola, llegué a tu blog por alguien que hablo de ti en twitter y llegué por casualidad a esta entrada. La verdad que estoy en la misma disyuntiva que tu planteas aqui. Yo también soy periodista pero egresada recién. Tengo una hija de 2 años y también quiero que mi familia crezco pero también siento que no se si podré hacer todo al mismo tiempo. Adoro estar con mi hija pero también quiero desarrollarme laboralmente, me da rabia que haya que elegir. Pero tengo el recuerdo de mi madre que trabajo toda su vida y practicamente no estuvo conmigo cuando era pequeña y yo no quiero que sea así con mi hija. Es complicado.

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  8. Hola, caí en tu blog por @ishamommy y creo que la maternidad y el trabajo juntos, es como el pasto del vecino. Cada familia toma la decisión que cree es la mejor (aunque no siempre lo desee), en efecto es horrible tener que elegir. Lo importante es no encontrar el balance entre las dos cosas sino vivir intensamente cada movimiento de la balanza.

    Ahora, cambiando de tema abruptamente, estaba yo leyendo tu blog y resulta que eres esposa de un compañero de trabajo. Así que un saludo para ustedes y espero que pronto vuelvas a escribir sobre la feliz llegada de su nena.

    Te invito a pasar por mi blog:
    http://peripeciasdemami.wordpress.com/

    Si me permites te agrego a mi lista de blogs y twitter harulau19
    Un abrazo y mil bendiciones.
    Lau

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