• Una tarde cualquiera...

Pues no, no me ha sido posible hacer el diario que quería, cuando pienso que por fin voy a escribir, me acuesto a darle la teta a la bebé y ¿qué creen? Pues que me quedo completamente dormida.

Y ahorita que disponía de 20 minutos para escribir, se escaparon preparando la leche de la nenadecasidos, limpiándole los pies, leyendo las instrucciones al nenede6 para que practique la escritura, barriendo migajas de galletas que comieron los mayores, y finalmente preparándome un café

Para cuando me senté, la bebé ya comenzaba a quejarse y pedir brazos. De pronto cuando me iba a parar la bebé dejó de llorar y al voltear, la nenadecasidos estaba encima de ella haciéndola reír.

Tener tres hijos ha sido la locura más grande de mi vida, lo cierto es que no dimensioné (quién lo puede realmente hacer) lo que eso implicaba. Lo más pesado ha sido no los niños por sí mismos, sino el no poder a veces ni tomar un vaso de agua porque en el camino a la cocina sucede de todo: la nenadecasidos se tropieza y llora, el nenede6 ya tiró un vaso lleno de agua con pintura en su cuarto y para cuando  terminé de sobar pie, levantar vaso, limpiar pintura en el piso, la bebé ya despertó para comer  y voy de vuelta a la ala poniente de mi casa, las habitaciones.

Cuando ya terminamos con la teta y sacar el aire, es hora del baño, por sus edades me resulta imposible bañar a los tres juntos, así que empiezo  con el mayor quien prácticamente se baña se solo, solo superviso que no se abra la cabeza de tanto juego y que efectivamente lave todos los rincones de su cuerpo. Lo saco, lo seco, lo encremo y lo mando a poner la pijama, acto seguido, preparo la tina de la nenadecasidos, mientras se llena corro a la cocina a preparar la cena del mayo, regreso a toda velocidad con plato en mano y lo dejo en la mesita del nenede6, pesco a la nenadecasidos y la meto, la dejo jugar como 5 minutos mientras aprovecho para sacar o meter ropa a la lavadora.

Preparo jabón, toallas, pijama, pañal, la lavo, la enjuago, la saco, la seco, la encremo, le pongo pañal, regreso a la cocina a preparar su cena y la siento en su silla a comer mientras ve un poco de caricaturas de esas que son para que los niños se relajen antes del sueño.

Y para entonces pues ya toca nuevamente darle la teta a la bebé, así que me siento en la mecedora, y prefiero pensar que esos "mis cinco minutos de descanso" en lugar de enojarme porque no he podido ni  hacer una llamada al super, a la farmacia o de algún pendiente como el pediatra, el homeópata y así. 

Después de media hora aproximadamente, dejo a la bebé en la cama, a veces despierta a veces dormida,  sacó a la nenadecasidos de la silla, levanto plato, y preparo vaso de leche con chocolate para el nenede6 y mamila. Cambio de nuevo pañal y acuesto a la nenadecasidos en su camita, le doy un beso, la abrazo, le doy las buenas noches y salgo para supervisar al mayor su lavado de dientes. Como estamos en vacaciones, tiene permiso de ver una caricatura antes de dormir mientras, ordeno un poco el baño y comienzo a preparar de nuevo la tina, ahora la bebé y de nuevo, pijama limpia, pañalero y pañal y toallas.

El baño de la bebé lo hago literal en un tris, entra al agua, un minuto de relajación, lavo cuerpo, cabeza y la saco, la seco, la encremo, le pongo pañalero, pañal y pijama, la dejo en la cama para levantar el baño, poner a secar las toallas, vaciar y reciclar el agua de la tina, acomodar juguetes y secar el piso mojado.

A veces el mayor ya se durmió y apago tele y todas las luces de la casa, de nuevo bebé a la teta y luego media hora de arrullo para que acabe de relajarse, la acuesto, me acuesto con ella y para entonces ya está el noticiario de la noche o mi serie favorita.

Ahí no acaba mi día, no! Casi siempre, G va llegando cuando estoy arrullando a la bebé, si tengo suerte llega mientras la baño y entonces él la arrulla. Una vez dormida la bebé, salimos de la habitación y mientras prepara la cena G, platicamos de su día, yo le doy los highlight de la tarde, los pendientes del día siguiente y cenamos, a veces en el comedor, a veces viendo la tele.

Por supuesto, en ese momento el reloj marca ya las doce de la noche o más, cuando la energía me da logro hacer mi rutina de lavado de cara, cremita de ojos, cremita de noche y lavado de dientes, cuando no me da sólo me arrastro a lavarme la boca y sacarme la ropa para dormir.

Así todas las tardes, lo único que logro mientras hago todo eso, es tuitear, feizbuquear y guatsapear. Son mi ventana al mundo de los adultos. Un mundo del que me siento completamente separada y alejada.

Buenas Noches!

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