El embarazo es un proceso que aunque socialmente nos vuelve centro de atención, el día a día se vuelve muy personal e íntimo, tanto que a veces podemos llegar a sentirnos solas, aisladas, relegadas y más.
Gracias a la tecnología podemos mitigar esta sensación, así como compartir miedos, dudas y las alegrías que nos provoca la llegada de una criatura.
Cuando me embaracé de Mat (el mayor) no existía TW, no como ahora, y de FB ni idea tenía. La primera red social a la que entré fue Facebook por consejo de mi marido, al poco tiempo nos fuimos a vivir fuera del DF y el caralibro se convirtió en el medio ideal para que la familia pudiera estar al tanto de nuestras aventuras lejanas.
Las abuelas se deleitaban viendo las fotos de su entonces único nieto y de pasada de cómo le iba la vida a los padres de la hermosa criatura, además estaban al tanto de la nueva gracia que el nene hacía, así como su primer día en el cole, su primer ida al cine y un infinito etcétera.
Un año después ya de vuelta en el DF nuevamente Gabo me aconsejó que me metiera a Twitter, de hecho él abrió mi cuenta, comencé siguiendo a quienes conocía en persona, a muchos periodistas y a tuiter@s “famosos”.
Mi experiencia en TW da para mucho texto, pero lo que me ocupa ahora es que en esa red social tan amada y temida a la vez, he encontrado una red de mujeres increíbles a quienes hubiera sido imposible llegar a conocer en la vida real.
Es esta red la que muchas veces me ha salvado de muchas maneras. Por un lado compartí mi segundo embarazo y sus vicisitudes acompañada, apoyada, aconsejada por ellas. Así cuando me sentía mal por los ascos o por algún susto siempre había alguien del otro lado que me daba un consejo o simplemente apoyo moral que ¡cómo se necesita en esas circunstancias!
No sólo se trata de buscar respuestas a dudas o miedos, también se vale que sólo te levanten el ánimo, que te diga “ qué bonita barriga” o “qué bien te ves” cuando posteas una foto tuya embarazada; o que te deseen suerte cuando dices que vas a consulta y después alguien te pregunte “¿cómo te fue en el doctor, cómo está el bebe?”.
Y no les puedo explicar las felicitaciones y bendiciones que se reciben cuando nace la criatura. Entonces también necesitamos esta maravillosa red, porque la crianza es algo más fuerte que un embarazo, más intenso y eso también ayuda compartirlo.
Para mi ha sido una salvación saber que no soy la única que siente pánico ante muchas situaciones, que no soy la única que tiene días en que quiere tirar la toalla, que no soy la única que no puede dormir en los últimos meses de embarazo y aquí si les digo que es una maravilla tener con quien hablar a las 3 de la mañana que no hay nada en la tele, el marido está dormido, y tú simplemente te picas los ojos, porque siempre a todas horas hay alguien conectado, desde la mamá que vive en otro país con horario diferente y puede leerte en horas que tus “amigas habituales” están dormidas, o puedes hablar con alguien más de otros temas y un poco dejar de pensar que no puedes dormir.
En Facebook la dinámica es diferente pero no menos atractiva, aquí puedes, seguir páginas sobre embarazo, maternidad, salud, alimentación, moda y más que postean textos que puedes leer con toda calma mientras te regresa el sueño o mientras esperas la consulta. Creo que FB es un poco más personal en el sentido de que sólo te leen quienes tu tengas como contactos y eso lo puede hacer más cómodo o puedes sentir más confianza de hablar ciertos temas y con el chat mucho más.
Por supuesto que hay gente negativa, gente que sólo critica, que nada le parece, que siempre va a tener más drama que tú, más felicidad que la tuya y quienes van a tratar de convencerte de su verdad, pero nada que no suceda en la vida real, en el trabajo, en la escuela y a veces hasta en las familias.
Así que tomemos los bueno de las redes, los beneficios que podemos obtener y dejemos lo negativo a un lado, tomemos precauciones a la hora de elegir a quien seguimos, seamos selectivas, como todo en la vida.
Yo sin FB no hubiera encontrado a Mariana y la Güera, no estaría escribiendo este post y no podría decirles que siempre hay alguien del otro lado, aunque no nos conozcamos, que responda, aunque sea solamente para mandar un abrazo y decirle “a mi me pasa igual”.
Gracias a las redes sociales, tuve dos baby shower tuiteros, es decir, sólo con las chicas que he conocido en tuiter y FB que pasamos de la vida 2.0 a la real de carne y hueso. Son mujeres divertidas, maravillosas, casi todas mamás, de todas las edades, de muchas filosofías de vida que han enriquecido mi labor como mamá, por ejemplo conocí a Isha y su pasión por los fulares y el porteo, hoy soy partidaria a morir de esta forma de crianza. Les podría dar mil ejemplos como estos, el punto es compartir, enriquecernos, acompañarnos, querernos.
Porque en las redes no sólo nos beneficiamos nostras, también damos cariño, ayuda, soporte emocional, información sobre diversos temas y eso también se siente bien, ayudar a otras nos hace sentirnos útiles, nos hace sentir que también sabemos datos que otras no y que les pueden resolver una duda o un problema.
Creo firmemente que las redes pueden ser nuestras mejores aliadas en esta labora tan intensa que es la maternidad. Hagamos comunidad, por nosotras, por nuestros hij@s, porque nos hace bien.
Hermoso post, yo aqui agregaria una foto de cuando te conocí en bazarfular, (no tiene la mejor resolucion por que fue con mi cel) pero para mi Tw es una ventanita abierta 24/7 y tienes razon las redes son para compartir, dar y recibir, la maternidad se hace mas acompañada y las horas menos largas, las penas mas compartida y muchas amigas 2.0.
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