• Después de todo, un buen día...

El reto de hoy era bañar a las tres criaturas sin perder el ritmo de la hora de dormir. Pues bien, el ritmo no lo perdimos, a los 8 de la noche dos estaban en sus camas, y la bebé tomando la teta en mi cama, peeeeero sólo alcancé a bañar a los mayores.

La más pequeña se quedó dormida en los brazos de su abuela, ya era su hora de dormir y yo ya quería sentarme, así que será mañana cuando le toque el baño.

Pues además tenemos un problema de plomería severo que ha convertido el baño de todos en un verdadero martirio, sólo de pensarlo me estresa.

Hoy pensaba que sería un buen día después de lo poco que dormí antenoche, pero no, desde que abrí los ojos a las 6am tenía dolor de cabeza, así estuve hasta muy avanzada la mañana. Luego, como lo dije antes, meterme a bañar con el frío que ha hecho estos dias fue algo estresante más que relajante.

Tenía antojo de comer salmón, así que fui hasta el supermercado, ese bonito donde venden pescado de buena calidad. Como es mi mala costumbre me di vuelo comprando cosas que no acostumbro, lo peor es que el tiempo me ganó y ya no pude volver a casa a dejar el super, así que pasé a recoger a los chicos mayores de vuelta a la casa.

La nena de 2, salió medio dormida y con un golpe bastante ostentoso en la frente. Para mi fortuna casi no había trafico así que llegamos pronto. En el camino a casa mi hijo mayor me hizo sonreír y reír, me sorprendió cuando contó del 1 al 100 seguido sin equivocarse ni saltarse un número, yo realmente me sorprendí porque no sabía que ya lo podía hacer.

Después de contar y casi llegando a la casa de la nada, pero al ver a su hermana dormida sobre mi pecho, me dijo "oye, super, pañalera, nena, tu bolsa, son muchas cosas, te voy ayudar y no me digas que no puedo, ya lo decidí, me voy a bajar la pañalera", se me llenaron los ojos de agua y le di las gracias.

Llegamos a casa y le pedí a Caro, que me ayudara con las compras, mi hijo se bajó unas flores que compre, porque a esa hora del día me sentía bastante optimista, claro acaba de comprar comida rica y saludable, obvio iba a estar feliz.

Llegamos corriendo a casa, dejé niña dormida en el sillón, le di un beso a la bebé y mandé al mayor a lavarse las manos y sacarse el uniforme. Entré a la cocina a preparar el salmón al horno con cebollitas y cocer los espárragos.

Diez minutos después estábamos sentados a la mesa. La comida transcurrió entre llantos intermitentes de la nena de 2 y la pelea con su hermano por usar los colores y el lápiz con el que estaba haciendo la tarea.

Poco después llegó mi mamá, le serví de comer, les había prometido ir al parque con los chicos, así que estuvieron impacientes, insistentes, ansiosos, de malas y casi al borde del llanto. Algo que he aprendido cuando tienes hijos pequeños es que hay cosas, sobre todo las que para ellos son importantes, que es mejor anunciar o decir con muy poco tiempo de anticipación, de lo contrario se pueden llegar a poner muy ansiosos, muy.

Después de dos minidramas salieron al parque, en casa nos quedamos la bebé y yo jugando y riendo, pues la siesta la tomó justo cuando sus hermanos no podía esperar a ir al parque y para cuando se fueron ella ya había despertado.

Tuve cinco minutos para tejer en lo que ella jugaba un ratito, llegaron del parque los otros dos, mi mamá tuvo que ponerse a trabajar un rato, así que le puse la computadora y lo que necesitaba. Me fui a bañar al mayor, de nuevo el problema de plomería aaaahhhh, la nena de 2 tenía hambre así que pidió su cena, terminó y se nos unió en la recamara. Salió el mayor del baño, cenó mientras bañaba a la nena, la bebé comenzó a llorar, afortundamente la abuela ya había terminado su pendiente y la pudo cargar.

Salí del bañó con mi hermosa hija, a poner pañal, pijama y secar el cabello, la bebé ya se había dormido y el mayor que ya estaba en su cama no podía respirar, le puse crema de tomillo en el pecho y planta de los pies, le limpié la nariz con agua de mar, le puse calcetines, camiseta y regresó a su cama. Corrí por el telefóno para pedir algunas cosas que había olvidado del supermercado como leche, básicamente. Mi mamá me dio a la bebé y se llevó a la nena de 2 a la cama.

Después de 10 minutos de teta, le cambié el pañal, le saqué el aire y la arrullé.

!Listo! 8:20pm y ya estaba poniendo a la bebé en la cama. Mi mamá se despidió después de dejar dormida a la nena de 2 y se fue. Era hora de levantar el baño, colgar toallas mojadas, levantar la sala, prepararme un té, sentarme a escribir y esperar las compras, !bendito servicio a domicilio!

He terminado mi post, ya llegó la leche y ahora me voy a tejer en lo que llega el papá. Después de todo hice lo que pude y me di el gusto de comer lo que se me antojaba, nada mal.



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