Miradas que aman

Van por la vida corriendo, siempre con una sonrisa al sol y sin preocupaciones. Les gusta ver, observar, investigar y cuando descubren algo nuevo, su cara se ilumina y sus ojos brillan como nunca.

Me gusta contemplarlos, puedo pasar minutos enteros observándolos reír, jugar, comer, pintar. Me encanta verles dormir y, al día siguiente, ser quien está justo en el momento en que abren sus ojos a veces sonríen, a veces no quieren abrirlos, a veces se los tallan, y otras, sólo buscan los primeros rayos del sol.

Sin embargo, lo que me cautiva de ell@s son sus miradas, en especial la forma en que se miran y se admiran. Son miradas de auténtico amor, de verdadera hermandad y de mucho orgullo por logros compartidos.

Pero lo que más me deleita es verles esa mirada de contemplación, me encantaría ser un bichito microscópico para entrar en sus cabezas y saber qué piensan cuando se pierden en el infinito y su mirada se torna suave pero intensa, se vuelve calmada pero más profunda que nunca.

Las miradas de mis hij@s y todo el misterio que encierran es una de las cosas más gratas de ser su mamá.