• Google, al infinito y más allá


Hace algunos años, cuando mi hijo mayor estaba pequeño, me pareció una muy buena idea hacerle un árbol genealógico. Pero mi súper buena idea no pasó la prueba de investigación sobre nuestros antepasados.

Entre secretos familiares, desmemoria de los abuelos y la poquísima información que podía recabar más allá de la palabra de los tíos, primos y así, me resultó imposible pasar, hacia atrás, de los abuelos de mis padres. Por esos días me preguntaba cómo era transitar por esta vida sin que tus descendientes de la cuarta generación supieran de ti más que tu nombre, y eso a duras penas.

Más allá de la fantasía de vivir eternamente en términos físicos, lo cual nada más de pensarlo me produce una enorme flojera, creo que lo que realmente nos gustaría a tod@s es dejar una huella de nuestro paso por este mundo, al menos entre nuestra descendencia, mínimo ¿no?

Creo que nuestra generación y las siguientes podrán hacerlo más fácil, pues esto de dejar rastro de nuestra existencia, ahora lo podemos hacer gracias a la tecnología y al mundo cada vez más electronizado (si me permiten este término).

Tal vez sea un acto de soberbia pura o de egocentrismo total, pero cuando estoy con mis hijos en el parque, mientras los veo correr, me gusta pensar que mis nietos, bisnietos, tataranietos y así hasta el infinito podrán saber quién fue su abuela, bisuabuela, tatarabuela, etcétera, con sólo guglear mi nombre.

La mejor parte de esta fantasía es que no sólo sabrán mi nombre, dónde nací, con quién “me casé”, sino que además tendrán un montón de información sobre mí, sobre cómo viví la vida y de paso se encontrarán con mucha información de sus papás, porque claro, entre estatus de FB, taimlain de Tuiter, fotos en Instagram, este blog entaconado, la colaboración semanal sobre maternidad y mi blog personal; casi podrán reconstruir mi vida, al menos, como yo la voy contando, como la voy viviendo.

Lo rico de todo es que también encontrarán cosas de mí que no son personales, como mis trabajos publicados y lo que eventualmente alguien más escriba sobre mí, como mi compañero de ruta y padre de mis hijos.

En algún momento mi cuerpo pasará a otro plano dimensional, pero mi huella ya está marcada en esa cosa tan abstracta pero al parecer infinita que es el ciberespacio.


Google, hasta siempre.

(Este post se publicó en http://www.diariosentacones.com/pam/google-al-infinito-y-mas-alla/)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario