• Lactancia materna a la baja en México.



Es cierto que en México no existen las condiciones sociales, legales y laborales que favorezcan la lactancia materna. Muchas personas y con toda la razón del mundo dicen que los bajos permisos de maternidad en los empleos son los que desaniman a las mamás a dar pecho a sus bebes.

Y sí, en un sector de la población eso es completamente cierto, pero desafortunadamente no aplica para todas las mujeres mexicanas ese argumento, pues el sector con las tasas de lactancia materna en recién nacidos son las más bajas es en el de escasos recursos, baja escolaridad e incluso en el sector rural, en donde muchas veces las mujeres salen de la clínica y hospital regional con las latas de fórmula láctea.

Así pues en México no es sólo una cuestión de si las mujeres tienen derecho a elegir cómo alimentar a sus bebés, claro que lo tienen, el punto es que muchas creen que es mejor la fórmula, porque así se los han dicho los doctores, o creen que es lo mismo y no, jamás será lo mismo.

El tema con la difusión de los beneficios y la importancia de la lactancia materna no es sólo para convencer o hacerles manita de puerco a las mujeres y obligarlas a darles teta a sus hijos, de ninguna manera, se trata, como muchos temas que tienen que ver con las mujeres, de hacer consciencia de lo bueno que es dar la teta, de lo bien que hace los bebés.

Porque yo creo que no darle pecho a los bebes no es solo un tema de permisos de trabajo, de ser así, muchas mujeres darían pecho, al menos, el mes y medio de permiso posterior al parto, pero la realidad es que muchas mujeres ni siquiera se lo plantean.

Basta con ir a las ferias y expos de bebés, lo primero que buscan las mamás son los biberones más bonitos, los que ayudan a que no tomen aire, a que no tengan cólicos y claro el esterilizador, los chupones, etcétera. No digo que esté mal querer lo más bonito para nuestros hijos, lo que noto es que para las mujeres jóvenes, con poder adquisitivo, con escolaridad alta que tienen acceso a este tipo de artículos, a hospitales privados, la lactancia materna no es su primera opción para alimentar a sus bebés, les recomiendo que si no quieren que tengan cólicos o reflujo, den la teta, es casi seguro que se evitarán esos problemas.

Me dicen algunas amigas, "las mamás tiene el derecho de alimentar a sus bebes como quieran", no comparto esa visión, aunque sé que para muchos y muchas es lo políticamente correcto, pero bueno, si van a ejerce ese derecho que lo hagan informadas, que decidan que le van a dar fórmula láctea porque no les gusta dar teta, porque no quieren, pero no porque "no pasa nada, es lo mismo" o "porque tengo que regresar a trabajar y no voy a poder".

Conozco muchas que regresaron a trabajar y lo lograron, con horarios largos, sin espacios más que el baño para sacarse la leche, con jefes intransigentes, con compañeros insensibles. Entonces es cuando pienso que no se trata sólo de no tener las condiciones perfectas para la lactancia, se trata de que la lactancia materna dejó de ser la base de alimentación a las y los bebés mexicanos por muchas otras razones que tienen que ver más con el estatus, con la imagen, con un sentido de libertad que no acabo de entender y con la desinformación de muchos doctores.

Ayer se realizó el segundo foro sobre Lactancia Materna en la Cámara de Diputados y los datos son claros:

"Teresita González de Cossío, representante del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INPS), dijo que el hecho de que los bebés mexicanos no sean amamantados representa un gasto de 5 mil 500 millones de pesos al año. De ese monto, 3 mil 500 millones de pesos salen de los bolsillos de las familias que compran sucedáneos de la leche.

De promover la lactancia, el Sector Salud dejaría de gastar alrededor de 5 mil 489 millones de pesos, los cuales son destinados a la atención médica de niños menores de dos años.

Estudios refieren que el 22 por ciento de los casos de otitis media, 28 por ciento de las infecciones respiratorias agudas, 37 por ciento de las infecciones de vías respiratorias bajas y 28 por ciento de las gastroenteritis son el resultado de alimentar a los bebés con fórmulas y no con leche materna.

El costo anual de la atención de estas enfermedades sólo en el sector público asciende a mil 989 millones de pesos."





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