• Lego en el Papalote


Hace un par de semanas, cuando apenas comenzaban las vacaciones navideñas, llevamos a los niños al Papalote Museo del Niño, en la segunda sección de Chapultepec, aunque mi hijo mayor ya ha ido varias veces las nenas no habían ido, pero lo que más nos motivó fue la presencia de Lego.

Mi hijo de siente años es un súper fan de Lego y aunque hasta hora se ha clavado con los legos de caricaturas, como Chima o de superhéroes como Avengers, Spiderman y Batman, realmente disfruta el proceso de armar esto maravillosos juguetes.

¿Por qué me gusta tanto lego para mi hijo?



En lo particular, Lego ha ayudado a mi niño en su capacidad de concentración y en el tiempo que se mantiene atento a una actividad, además su motricidad fina, que ha sido su talón de Aquiles desde pequeño, ha mejora evidentemente, otra cosa que me encanta es que ha aprendido la importancia de leer los instructivos y este punto no es menor, ya que en el caso de Lego, son sólo dibujos o diagramas para armarlo y mi niño lo hace sólo.

Así que además de un juguete bastante didáctico, mi hijo aprende sobre la perseverancia y sobre la recompensa que convella el esfuerzo de terminar algo, la gratificación al terminar de armar es evidente en el brillo de sus ojos.



Lego en vivo y a todo color

Así que ni bien llegamos a la zona de Lego, este niño no cabía de emoción, era tanto lo que podía hacer que no sabía ni para dónde irse, además nunca había todos los juguetes que le gustan¡ juntos!

La verdad mis respetos para el Papalote y Lego que tienen una organización buenísima para lograr que todos los que quieran participen, es por tandas que entran y salen cada 20 minutos, se puede repetir la entrada a la zona de Legos con sólo volver a formarse.

Debo decir que no sólo mi hijo de siete años se divirtió, la nenda de tres luego, luego se puso a jugar y a construir, y hasta la bebé de un año y medio le entró a los legos. Fue un ganar, ganar.

Por su puesto que visitamos otras zonas del Museo, pero eso se los cuento en otro post. Así que, aunque quedan unos días de vacaciones y Lego estará hasta el 7 de diciembre en el Museo Papalote, si pueden darse una vuelta sus hijos se los agradecerán. 





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